En un entorno en el que cada vez todo está más interconectado y los procesos se retroalimentan de ese intercambio de datos, la orquestación de los sistemas se hace indispensable en una fábrica. Hablamos de la necesidad de organizar, ordenar y coordinar la producción dentro de una empresa, una distribución equilibrada de tareas en la que todos deben participar y sumar: personas, máquinas y software.