Pero centrémonos en aquello que sí depende directamente de la empresa y de la estrategia que defina. Es obvio que la complejidad ha aumentado de manera significativa en un entorno globalizado y con una economía hiperconectada. Sin embargo, la necesidad de ampliar mercado y clientes, la combinación de factores económicos o las estrategias globales-locales han llevado a muchas compañías a encontrar en la multilocalización una de las mejores fórmulas de negocio para competir globalmente. Permite identificar y aprovechar las ventajas de otras regiones, adaptar el negocio a los distintos niveles de madurez de cada mercado y lograr una facturación estable amortiguando el efecto de las circunstancias de cada mercado local en el que opera. Y ahora, lograrlo es más fácil que nunca con la Industria 4.0 como gran aliado.
En este sentido, vemos que la tecnología es uno de los facilitadores clave de la multilocalización, que permite responder a las necesidades de integración entre plantas de fabricación y oficinas locales, eliminando los silos de información, promoviendo procesos uniformes y estandarizados, así como haciendo posible que la comunicación entre los distintos centros sea ágil y en tiempo real.
En los casos de negocios multiplanta se tiende a ver a la empresa como un conjunto integral y no como centros productivos aislados entre sí. Para ello es necesario contar con una cultura y visión empresarial propia y homogénea, así como con las herramientas tecnológicas adecuadas que permitan integrar y coordinar todos los procesos. Todo esto redunda en mejoras en términos de rentabilidad y de competitividad para todo el grupo, decidiendo el centro productivo en función de la mayor eficiencia o plazos de entrega disponibles, maximizando recursos y ofreciendo un mejor servicio final al cliente, con las mismas garantías de calidad y aportando mayor valor añadido.
Eligiendo las herramientas más adecuadas
A la hora de optar por unas soluciones u otras, es importante tener en cuenta el colectivo de la empresa al que nos dirigimos, el grado de madurez digital y el nivel de complejidad al que se decida trabajar. También habrá que conocer con qué infraestructura tecnológica se cuenta, qué sistemas de gestión se utilizan en cada una de las entidades y/o en el grupo, y, asimismo, analizar qué herramientas se adaptan a los sistemas existentes. Todo ello, condiciona el modelo de trabajo elegido y el sistema de gestión que soporte este modelo.
A medida quela digitalización avanza en las empresas industriales, quedan lejos los tiempos en los que los pedidos dependían de llamadas telefónicas, o de largas consultas por correo electrónico que ralentizaban el proceso y la respuesta al cliente. Aquellos tiempos en los que no había coordinación entre departamentos y no se contaba con visibilidad 360º para organizar y planificar la producción y que ponía en riesgo el que una operación saliera adelante. Todo esto ya ha quedado prácticamente atrás.
La industria está cambiando a gran velocidad, gracias a las nuevas tecnologías habilitadoras enmarcadas en Industry 4.0 y en Internet industrial de las cosas (IIoT). Nuevos enfoques para sistemas de software y máquinas están apareciendo en el ámbito industrial. La personalización masiva en la fabricación ha sido uno de los principales detonantes e impulsores de este fenómeno de la multilocalización. Los clientes demandan productos cada vez más personalizados, pero al mismo tiempo los fabricantes deben seguir produciendo a bajo coste para seguir siendo rentables. Todo ello ha forzado un replanteamiento de base de las cadenas de suministro. Las industrias se están reubicando, apoyándose en la multilocalización para acercarse más al cliente, haciendo que de este modo el transporte sea más barato y sostenible, entre otras razones.
En una empresa multilocalizada aparece el término de fábricas inteligentes, con plantas de producción, procesos industriales y máquinas conectadas entre sí y un elevado grado de digitalización e implantación de software. Esta nueva realidad ha marcado el comienzo de un nuevo marco de colaboración entre los fabricantes de máquinas, los proveedores de software, los integradores de automatización y otros actores en la cadena de suministro de los sectores industriales como el del metal.
Las máquinas en una fábrica inteligente, que colaboran en entre sí como parte de la red de plantas, están gobernadas de manera coordinada y considerando todos los aspectos de la producción, como la carga de cada planta, la disponibilidad de las máquinas, los costes de transporte desde la planta hasta el lugar de entrega, el coste de materia prima y fechas de entrega. La inteligencia artificial (IA), el aprendizaje automático y los modelos relacionados dotan de inteligencia a la empresa multiplanta haciéndola además más competitiva.
Soluciones MES para la gestión integral de la planta
Por otra parte, los clientes demandan cada vez más soluciones de software para gestionar e integrar todo el proceso productivo y ello requiere de sistemas de gestión de la fabricación MES (Manufacturing Execution System) que complementen al sistema de planificación de recursos ERP (Enterprise Resource Planning), facilitando las tareas y la toma de datos en planta, haciendo así avanzar a la compañía hacía una fabricación más inteligente y competitiva propia de la Industria 4.0.
Gracias a estas soluciones software que apoyan la digitalización de la industria, y en nuestro caso concreto en el sector de la chapa, es posible gestionar y optimizar los procesos de fabricación, disponiendo de visión global y control en tiempo real de lo que acontece en la planta de producción, pudiendo ver la situación de los recursos que se tienen asignados en cada área y su nivel de ocupación como, por ejemplo, la disponibilidad de las máquinas. En este sentido, el software permite ver la carga de trabajo de cada máquina y en función de dicha carga, reasignar la carga a otra máquina que tenga capacidad no utilizada.
Por otra parte, soluciones como Lantek WOS y Lantek MES permiten además la gestión de piezas perdidas. Esto significa que durante la validación en la planta se puede asignar el número de piezas perdidas. Estas piezas vuelven automáticamente como órdenes pendientes para que se fabriquen más tarde. Con Lantek MES es posible ver la cantidad actualizada de la orden de producción.
Desde el lanzamiento de una orden a la planta hasta que el producto está terminado, Lantek MES permite capturar y validar datos de máquinas y de operaciones auxiliares, coordinando la gestión de inventario y de almacén. En definitiva, se trata de herramientas que son capaces de integrarse y cooperar con otros sistemas de la compañía, independientemente de si se trata de una localización local o remota, facilitando la captura de los datos de producción y de otras áreas de fabricación como mantenimiento, calidad, logística y planificación, para después cruzar y analizar los datos.
El objetivo último: generar una información de gran valor y utilidad para la empresa, que ayude a la toma de decisiones y proporcione un control más certero y completo de la organización multiplanta en su dimensión global.
El entorno cloud, habilitador clave de la multilocalización
Evidentemente, resulta importante también disponer de mecanismos de interconexión de sistema a sistema (S2S) que, mediante servicios cloud, permitan conocer en tiempo real la situación de cualquier centro productivo en cualquier punto del globo. Así, una localización podrá asignar trabajo excedente a otro centro con capacidad disponible en otra ubicación con solo observar desde un panel de control global los centros de trabajo disponibles como si fueran los de su propia planta. Los servicios cloud permiten actualizar las cantidades de las órdenes de producción en tiempo real para adaptarse a las variaciones del pedido del cliente.
De este modo, se reduce de manera significativa el tiempo de espera en la transferencia de órdenes entre sistemas diferentes, lo que significa que, cuando un sistema termina su parte del proceso, envía de forma automática la orden al sistema siguiente, incluso si se encuentra en una localización diferente. Es así como la empresa tiene información sincronizada en todo momento y en cuestión de minutos.
La integración e interconexión de sistemas es algo a la orden del día, pues hoy quien más quien menos, ha adaptado sus infraestructuras y plataformas al entorno cloud para poder conseguir una visión global y en tiempo real. Avanzamos, pues, hacia una fabricación más inteligente y eficiente. Por tanto, contar con sistemas y soluciones tecnológicas antes mencionadas, supone pasar por la interconectividad e interoperabilidad entre máquinas, materiales, procesos, personas, y, por supuesto, contando con el ecosistema de partners, independientemente de dónde estos se encuentren. Se dispone así de una visión más holística y se fomenta la creación de sinergias, que dotan de mayor dinamismo y flexibilidad a las estructuras de las empresas multilocalizadas, facilitando que, como dijera Aristóteles” el todo sea más que la suma de las partes”.