1. Cuándo tuviste clara tu vocación científica? ¿Tuviste algún referente o situación que te impulsara a decidirlo?
Siempre he sido muy curiosa, y nunca me he conformado con un “porque sí”. Con solo 11 años hice mi primer curso de programación y siempre me ha encantado entender cómo funcionaban las cosas o trastear con la tecnología y los ordenadores. Aunque en mi entorno familiar no hay nadie que se dedique a la ciencia, siempre supe que era lo mío. Algo que me ayudó a decantarme por estudiar física fue el libro de Historia del tiempo de Stephen Hawking.
2. ¿Cuál crees que es la causa de que se relacionen la tecnología y la ciencia a roles masculinos? ¿Por qué parece que hay menos mujeres en profesiones STEM?
Creo que es debido a los estereotipos de género que tenemos implantados en nuestra sociedad. Hay un estudio publicado en la revista Science en el que muestra que las niñas y niños de apenas seis años creen que la inteligencia es más común entre los hombres. Pero si miramos en las aulas, son las niñas las que suelen sacar mejores notas. El problema es que a ellas se les suele decir que se esfuerzan y no que son inteligentes. Si miramos los estudios superiores vemos que 6 de cada 10 nuevas personas graduadas son mujeres, la nota media de su expediente es mejor que la de los hombres y terminan los estudios en menor tiempo que sus compañeros varones. Sin embargo, nosotras somos las que sufrimos más precariedad, más paro 4%+ y un sueldo en torno a un 10% inferior. Otro estudio de la Universidad de Yale pidió a diferentes universidades de ciencias que valoraran una solicitud para un puesto de dirección de laboratorio. La peculiaridad era que la documentación aportada era siempre la misma, y solo se diferenciaba por el nombre del aspirante (Jennifer o John). Los resultados fueron que a la mujer se la valoró peor y se la percibió como menos competente y contratable y se le hubiera pagado menos que al mismo aspirante, pero con nombre de hombre. Con esto quiero remarcar que no es casualidad que las mujeres tiendan a evitar profesiones científicas, sino que es la sociedad que las fuerza a ello, y aun cuando deciden hacerlo les es más complicado poder desarrollar su carrera profesional en condiciones similares a las de sus homólogos varones.
3. Has vivido y trabajado en varios países europeos ¿crees que la presencia de la mujer en el ámbito de la ciencia en estos países es similar a la de España?
Desde mi experiencia puedo afirmar que tanto en diferentes universidades como en conferencias siempre la presencia de mujeres es inferior a la de los hombres. No ha habido ningún departamento en el que me haya encontrado con paridad. De hecho, en algún departamento en el que he observado un mayor número de mujeres de lo habitual, siempre ha sido en los puestos de menor responsabilidad, ya que los puestos de responsabilidad siempre están copados por hombres.
4. Estuviste trabajando varios años en Alemania y durante esta etapa colaboraste en un proyecto con niñas como mentora. ¿Puedes contarnos en qué consistió?
Fue una experiencia bonita que consistía en asignar una niña a cada mentora con la intercambiábamos mensajes hablando sobre ciencia o dudas que ellas tuvieran relativas a STEAM. Eso se acompañaba con proyectos y un blog/foro con otras mentoras en el que se hacían concursos y debates para animar a las chicas a conocer más sobre diferentes aspectos de STEAM.
5. Lantek colabora con el proyecto Inspira Steam que fomenta la vocación científico-tecnológica entre las niñas impartiendo charlas a estudiantes de primaria. ¿Qué opinas de esta iniciativa en la que también colaboras?
Me parece una iniciativa muy interesante en la que el equipo de Inspira STEAM está haciendo un trabajo impresionante. Consiste en hacer unos talleres en centros educativos con niñas y niños para empoderar a las niñas e intentar derribar los estereotipos de género. Éste va a ser mi primer año como mentora y tengo muchas ganas.
6. ¿Existe un techo de cristal para las mujeres con vocación científica en la empresa?
Como bien indiqué antes, a las mujeres se nos percibe como menos inteligentes o capaces en los ámbitos de STEAM, y no hay que olvidar el síndrome de la impostora que sufrimos después de tantos años inculcándonos esos estereotipos. Eso obviamente se refleja en los puestos de responsabilidad en las empresas, ya sea porque no se nos promociona internamente o porque nosotras sentimos que no nos lo merecemos, ya que muchas veces así nos lo hacen sentir, y eso es lo que tiene que cambiar. Creo que existe un techo de cristal que consciente o inconscientemente hace que las mujeres no podamos llegar o se nos pongan muchas dificultades para ello.
7. Sobre las investigaciones que has realizado a lo largo de tu trayectoria, ¿cuál te ha resultado la más complicada y por qué?
En investigación no hay nada sencillo y supongo que ahí radica la belleza y lo que me engancha de ella. No puedo seleccionar solo una, ya que todas han tenido parte de complejidad en algún momento. Lo que puedo decir es que en todas ellas he tenido que formarme y adquirir nuevos conocimientos, que me han permitido crecer tanto personal como profesionalmente. Y para mí eso es lo bonito de la investigación, que nunca dejas de aprender.
8. Háblanos de tu puesto en Lantek y en qué consiste tu trabajo.
En Lantek estoy en el departamento de investigación y desarrollo en el grupo de inteligencia artificial llamado Merlín. En nuestro equipo nos encargamos de buscar soluciones, utilizando inteligencia artificial para facilitar el trabajo tanto de nuestros compañeros como de nuestros clientes. En mi caso particular hago ciencia de datos, donde analizo datos y aplico algoritmos para solucionar o mejorar situaciones que nos encontramos dentro de Lantek. Además, me encargo también de parte de gestión de proyectos, dónde analizo y estudio la viabilidad y continuidad de los proyectos con visión de negocio.