Conferencias, foros, artículos… Sea cual sea el espacio, en todos ellos se habla, una y otra vez, sobre las bondades de digitalizar una fábrica. Queremos ser más productivos, más eficientes en costes, generadores de empleo de calidad, todo esto es formidable, pero… cómo lo traslado a mi negocio, cómo lo implemento en mi planta. ¿Me pongo a comprar robots? ¿A poner sensores por doquier? No es importante analizar todas las nuevas tecnologías, lo importante es que veamos todo de forma conjunta y cómo impacta esto en mi negocio.
Artículo de Alberto Martínez, CEO de Lantek, publicado en el diario El País. Fecha: 21 /11/2017
Obviamente, primero tenemos que entender que la transformación digital no es un objetivo, sino un medio para llegar más lejos. Entendiendo esto, debemos diseñar una hoja de ruta, una estrategia digital que nos permita llegar al punto al que nos queremos dirigir. Veámoslo en cinco pasos.
1.- Haz una due diligence digital. Analiza tu empresa y mira qué procesos pueden mejorar con la digitalización, qué habilitadores (Big Data, Cloud, Data Analytics, IoT…) son los que te pueden dar una ventaja competitiva sostenible en el futuro. Selecciona qué áreas, procesos o funciones pueden ser más interesantes digitalizar para tu negocio. Para ello, debemos conocer lo que nos ofrece la tecnología y saber lo que nos permite hacer en nuestro negocio en cada momento. No todo tiene que ser objeto de transformación, ni hacerse a la vez. Es más fácil asumir el cambio si se hace poco a poco, por proyectos, tanto desde un punto de vista financiero, como de personas.
2.- Prepara y atrae talento. Vivimos en un momento en el que hay que estar constantemente poniéndose al día de las nuevas tecnologías que se incorporan a nuestras vidas. Este cambio no va únicamente de gadgets y herramientas disruptivas, es también cultural. Las personas tienen que reciclarse y las empresas tenemos que aportar
nuestro granito de arena para ayudarlas. La tecnología permite la disrupción, pero son las personas las que la provocan. Adicionalmente, una empresa innovadora y moderna atrae el talento de las nuevas generaciones que quieren aportar nuevas ideas y modelos de trabajo.
3.- Pon al cliente en el centro. El consumidor de hoy también es diferente. Quiere lo que él necesita, no “café para todos”, quiere su producto personalizado, con sus características concretas, y lo quiere en un momento dado, ni antes ni después. Quizás debamos diseñar fábricas distintas, más modulares y con la flexibilidad necesaria para adaptarse a pedidos a la carta y a las necesidades de nuestros clientes, o quizás tengamos que diseñar nuevos modelos de negocio que nos permitan llegar antes o mejor a nuestros clientes de hoy y del futuro.
4.- Cultura organizativa. Otro de los cambios importantes que viene con esta Revolución Digital tiene que ver con las estructuras organizativas. La forma de trabajar impone modelos menos jerarquizados, donde las decisiones se puedan tomar de manera más ágil y donde las personas desarrollen toda su capacidad de innovación y creatividad.
5.- Co-creación. La Industria 4.0 nos trae, además, un nuevo paradigma colaborativo. No podemos transformarnos sin la ayuda de terceros. Hay que buscar los mejores partners para cada proyecto y trabajar juntos hacia la digitalización, porque a todos, empresas tractoras incluidas, nos interesa ir en el mismo tren.
Todo esto no se puede llevar a cabo sin, como he mencionado al principio, una estrategia digital coherente y diseñada por un profesional con expertise digital y conocimiento de la industria. Hablamos de incorporar en el organigrama a un responsable digital que, junto a la dirección, puedan tomar las mejores decisiones para darle inteligencia a la compañía.
Una primera toma de contacto se puede encontrar a través de programas de ayuda a pymes que se están lanzando a nivel gubernamental, donde, incluso, asignan un consultor 4.0. Hay, también, herramientas de diagnóstico para medir el grado de madurez digital de un negocio.
En un país como el nuestro, donde sólo el 20% del tejido empresarial está digitalizado, hay que ponerse a trabajar ya. Sí, los cambios siempre traen consigo incertidumbre, pero hay que realizarlos si no queremos quedarnos atrás. Esa resistencia, esa aversión al riesgo, hay que superarla porque si no transformamos digitalmente nuestros negocios, no podremos ser competitivos, no creceremos y terminaremos cerrando. No podemos esperar a acontecimientos, a ver cómo lo hace la competencia. Tenemos que ser los primeros en dar el salto para llegar los primeros a la meta.