Transportar agua, proteger cables, canalizar energía... Los hay redondos, cuadrados, rectangulares o perfiles abiertos. Están por todas partes, desde electrodomésticos, hasta toldos, pasando por marquesinas, remolques o maquinaria de todo tipo para el sector industrial. También se fabrican en diversos materiales, pero el que nos ocupa es el metálico. De un tiempo a esta parte, la industria de la fabricación de tubos está cobrando mayor protagonismo en las plantas, dejando de ser una actividad complementaria y limitada, para convertirse en una producción con gran volumen y que incorpora estructuras y ensamblados complejos gracias a las mejoras introducidas en las máquinas de corte y en las dobladoras.