Automatización y trabajo en remoto, claves para optimizar la fabricación
por Lantek
Fabricación avanzada
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Los fabricantes de la industria de la chapa y el metal necesitan soluciones tecnológicas para mejorar y optimizar su producción, para lo que es fundamental tener herramientas que posibiliten la automatización de tareas y el trabajo en remoto.
Ahora más que nunca, la crisis sanitaria provocada por la Covid-19 nos ha obligado a trasladar la oficina a nuestros hogares, pero los talleres no se pueden mover. Para garantizar la seguridad del principal activo de las empresas, el capital humano, y dar continuidad a las plantas es necesario seguir conectados a las fábricas.
Gracias a la conectividad, los dispositivos móviles, la sensorización de las fábricas, el Internet de las Cosas (IoT), Cloud y, por supuesto, la red de telecomunicaciones, podemos trabajar, desde cualquier lugar y a cualquier hora, podemos dar respuesta en tiempo real a órdenes de pedido, a reconfiguraciones de carga de trabajo, a eventuales contratiempos como colisiones en el proceso de corte o falta de stock. Más aún, la integración y comunicación con diferentes soluciones posibilitan llevar adelante múltiples tareas a golpe de clic y permitiendo llevar en la palma de la mano la fábrica.
Con todo, nuestra planta gana en productividad y eficiencia, dos capacidades imprescindibles para ser competitivos en la Industria 4.0.
Softwares para trabajar en remoto
Dado que llevamos la eficiencia y la productividad en nuestro ADN, en Lantek no cejamos en nuestro empeño en innovar desarrollando nuevos softwares o implementando mejoras y actualizaciones en nuestras soluciones con el objetivo de optimizar cada vez más la fabricación. De este modo, la versión 2020 de toda nuestra gama de programas incluye avances en el soporte, instalación y configuración de máquinas sin que sea estrictamente necesario desplazamientos de los técnicos, así como en el software de diseño, gestión de la fabricación o de gestión empresarial.
Por otra parte, de la mano de la Digital Factory trabajamos en el desarrollo de servicios en la nube que buscan facilitar el trabajo a distancia como es Lantek iQuoting, para la elaboración de presupuestos, Lantek Analytics, para el análisis de los datos que emanan de la planta, MES, para la gestión de la fabricación, y LantekControl Panel, para visualizar en tiempo real la carga de trabajo, la capacidad del stock o los pedidos, entre otros).
Para que el usuario pueda sacar el mejor partido a estos servicios en remoto es necesario operar bajo el modelo de nube híbrida: Cloud y planta, lo cual exige unir ambos mundos. Esa integración es posible con la solución Sherlock, con la que, además, llevamos la automatización a las actualizaciones de los softwares, ya sean universales o personalizados, trabajando así con las últimas versiones.
La arquitectura que ofrece Sherlock se apoya en dos pilares. Sherlock Edge es un software local que se instala en planta con baja latencia y está dotado de cierta inteligencia. Recolecta los datos que se generan en el taller y los almacena. Es capaz de operar de forma independiente a su homólogo en la nube, Sherlock Cloud, ubicado en el nodo principal. Esta solución recibe los datos de la planta, los procesa, analiza y almacena, ofreciendo respuestas rápidas e inteligentes para la mejora en la toma de decisiones. Ambos se comunican para la transferencia de datos, bien en tiempo real, bien en lotes de forma periódica. Una comunicación basada en datos y que no solo es de máquina y sensores a Cloud, sino también de software CAD/CAM, MES o ERP.
Si bien, la tecnología asociada al taller tiene capacidades Edge, lo que permite hacer un procesamiento de los datos antes de enviarlos a la nube. Aunque la velocidad que aporta Cloud es inmediata, se está expuesto a la conectividad del momento, lo que significa que al procesar la información más cerca de donde se creó en lugar de enviarla a través de la red a la nube, salva esa posible barrera, así como un ahorro de costes. Pero no solo es una cuestión de tiempo y dinero, sino también, de securización al enviar a un espacio externo información.
Lo cierto es que Cloud Computing como una de las tecnologías con mayor potencial de crecimiento cuenta con una potente capa de seguridad, mucho mayor que la de un servidor local. Entorno a la nube se sustentan el resto de habilitares de la industria 4.0 (Inteligencia Artificial, Big Data, Analytics, Blockchain, IoT) y operan con la máxima seguridad gracias a la encriptación de datos, aislamiento de comunicaciones y autenticación de usuarios. De esta forma se podrán suministrar soluciones avanzadas para aumentar esa ansiada rentabilidad y competitividad de la planta. Es más, en un futuro no muy lejano, la versión más profunda de la Inteligencia Artificial, el Machine Learning, dotará a la fábrica de esta inteligencia necesaria hoy en día para competir en un mundo digitalizado.
Sin duda, la flexibilidad y agilidad que proporcionan los softwares para trabajar a distancia resultan clave para la fabricación de hoy, que exige rapidez en entrega, personalización e innovación, lo cual pasa inexorablemente por la Digital Factory. Una forma de trabajar que en nuestra cultura está presente desde tiempos remotos.
En el acelerado mundo industrial actual, no es ningún secreto que mantener el ritmo de la creciente demanda de calidad y producción eficiente puede ser todo un reto. Uno de los principales obstáculos para lograr una mayor productividad es la codependencia entre el taller y la oficina técnica.
Tras el impacto de la pandemia, conceptos como resiliencia, agilidad empresarial, gestión de crisis, costes y flujo de caja e innovación se han hecho más críticos para la actividad, cambiando la realidad de fabricantes, empresas y consumidores.
La Fábrica Digital (Digital Factory) es mucho más que un concepto o una expresión cada vez más extendida, se trata de una metodología orientada a la empresa del siglo XXI, empresa que necesariamente debe ir ligada a tecnología y digitalización.