La razón de ser de la industria es transformar las materias primas en productos adecuados que satisfagan las necesidades del hombre y, por extensión, del mercado. La cantidad de procesos que tienen lugar y las partes que deben intervenir para que esa transformación sea posible, varía en función del sector o de la finalidad del producto. Coordinar todo esto es complejo, pues genera muchos y muy diversos datos a los que se suman otras variables del mercado y factores externos, la competencia… ¡la información sigue creciendo! Conocer cómo tratarla para saber qué tipo de datos se tienen y cuáles aportan realmente valor, depurar procesos, identificar tendencias, reducir la incertidumbre, realizar previsiones y ser capaz de reaccionar a tiempo es crítico para la industria de cualquier sector.