Hasta no hace mucho, las máquinas eran totalmente dependientes de las órdenes de ejecución de las personas, no eran autónomas y no se comunicaban entre sí, ralentizando la producción y siendo, por tanto, más vulnerables a errores manuales. Hoy, en la era de la Smart & Digital Factory, el MES (Manufacturing Execution System) sigue siendo la columna vertebral que controla y supervisa todo lo que ocurre dentro de la planta, pero ahora sube de categoría revolucionando la gestión y la producción.