Por ello, desde Lantek colaboramos en el proyecto Inspira STEAM. Gracias a esta iniciativa nuestras profesionales técnicas se convierten en mentoras para promover la vocación científica y tecnológica de las estudiantes de primaria.
Por otra parte, este año, hemos querido conocer de primera mano las motivaciones, trayectoria y expectativas de cinco mujeres científicas que desempeñan su trabajo en Lantek. Son expertas en distintas áreas, con edades e intereses diversos, pero comparten su pasión por la ciencia.
Raquel Saenz Tejeda acaba de incorporarse a Lantek y se ocupa de realizar adaptaciones para los productos ERP (Integra) y MES (Manager). “Desde el instituto tenía claro que las ciencias me interesaban más. El por qué decantarme por la ingeniería informática, no sólo fue porque la tecnología me interesase, sino también porque en su día era una de las opciones que más salidas laborales tenía”.
Lidia Almazán es miembro del departamento de investigación y desarrollo en el grupo de inteligencia artificial llamado Merlín y encargada, junto al resto del departamento, de buscar soluciones, utilizando inteligencia artificial para facilitar el trabajo de nuestros compañeros y clientes. Especializada en la ciencia de datos, los analiza y aplica algoritmos para solucionar o mejorar situaciones que nos encontramos dentro de Lantek. “Siempre he sido muy curiosa, y nunca me he conformado con un porque sí. Me encantaba ver cómo funcionaban las cosas y me apasionaba trastear con la tecnología y los ordenadores. Con solo 11 años ya hice mi primer curso de programación. Aunque al principio no tenía claro qué carrera escoger, me ayudó a decantarme por física el libro “Historia del tiempo” de Stephen Hawking.”
Maria Jose Ureta Eguizabal lleva más de veinte años dedicada al diseño y desarrollo de aplicaciones. Tras un parón de cuatro años para dedicar más tiempo a su familia, se incorporó al departamento de I+D de Lantek. Forma parte del equipo Sherlock y junto con sus compañeros realiza tareas de diseño y desarrollo de aplicaciones con .NET y con Angular. “Siempre tuve claro que lo que me gustaban eran las ciencias y, además, las matemáticas se me daban bien. A principios de los 80 llegó a casa un ordenador Spectrum y mientras mi hermano se interesaba por jugar con él, yo lo que hacía era programar pequeños juegos que copiaba de una revista. Ahí comenzó mi afición por los ordenadores y la programación, y empecé a pensar que estudiaría Informática, aunque finalmente y pensando en algo más concreto me decante por estudiar Telecomunicaciones”.
Imara Taboada forma parte del equipo de desarrollo de software de Lantek y en concreto del software Lantek Expert. “La verdad es que decidí que quería ser ingeniera mientras estudiaba una ingeniería en la universidad. Me parece muy complicado decidir a qué te quieres dedicar profesionalmente cuando estás en el instituto […] Yo tenía claro algunas profesiones a las que no me quería dedicar […] Elegí estudiar Ingeniería de Telecomunicación porque me atraían las asignaturas que la componen […] Una vez que ya estaba estudiando en la universidad, descubrí que me encanta la electrónica y programar.”
Ania Ruiz trata de resolver las necesidades de los clientes y a pesar de que inicialmente pensaba que la parte más compleja iba a ser la técnica, ya que requiere de muchos conocimientos sobre nuestro software y acerca de la gestión general de una empresa del sector del metal, se ha dado cuenta de que el mayor reto es la comunicación con el cliente. “La verdad es que siempre supe que quería ser Ingeniera, a pesar de que no tenía al 100% claro lo que eso significaba. Desde muy pequeña he sido una niña curiosa que tenía la necesidad de entender el funcionamiento de todo […] Es verdad que me asustaba pensar que era un mundo de hombres, que quizás no encajara o no llegara a ser una buena ingeniera, pero estaba muy equivocada y no hay más que ver la cantidad de mujeres ingenieras que han hecho historia.”
Cuando se habla de las mujeres en carreras científicas es inevitable mencionar el muchas veces inquebrantable techo de cristal o esa barrera de entrada, afortunadamente cada vez más franqueable entre hombres y mujeres. Así describe Raquel su experiencia en este ámbito “en mi caso, prácticamente he trabajado siempre en equipos formados en su mayoría por hombres. Esto nunca ha implicado problema alguno” aunque señala “es verdad que cuando trabajas en un equipo en el que eres la única mujer, hay momentos, en los que te das cuenta de que el lenguaje y la forma en la que se expresan las personas te deja un poco al margen”.
Imara tiene claro que el recorrido histórico de las mujeres en la vida profesional aún nos pasa una importante factura “históricamente la mujer era la que se quedaba en casa al cuidado de los niños y las personas mayores, y los hombres eran los que iban a trabajar”.
Todas ellas afirman que los tiempos están cambiando y que la ciencia empieza a dejar de ser un “tabú” para las mujeres. Ania anima y recuerda a las más jóvenes que EL CIELO ES EL LIMITE “Mi consejo a todas esas niñas que quieren ser ingenieras es que luchen por sus sueños y podamos entre todas romper con todos los estereotipos, “Sky’s the limit, ¡girls!”.
También coinciden en que hay poco conocimiento sobre “qué es ser ingeniero/a” y por ello les hemos pedido opinión sobre el Proyecto Inspira Steam para favorecer vocaciones STEAM entre las niñas de primaria. Lidia se expresa sobre el tema “me parece una iniciativa muy interesante y el equipo de Inspira STEAM está haciendo un trabajo impresionante. Consiste en organizar talleres en centros educativos con niñas y niños para empoderar a las niñas e intentar derribar los estereotipos de género. Éste va a ser mi primer año como mentora y estoy muy ilusionada”.
Coincide también María José “creo que cualquier iniciativa que fomente la vocación científica-tecnológica entre las niñas es buena, porque según las estadísticas las mujeres no suelen decantarse mucho por este tipo de estudios. Pero lo más importante es que conozcan todas las opciones existentes, que elijan libremente y con conocimiento lo que estudiarán en el futuro”.
Como bien hemos visto, el futuro reside en gran medida en la tecnología. Por ello, es importante, dar visibilidad a aquellas profesiones relacionadas con ella, informar y descubrir este camino tanto a niñas como niños para abrirles las puertas a disfrutar y conocer este mundo.