Pensemos por un momento en el alto volumen de datos que generamos las empresas. Datos de clientes, proveedores, productividad, recursos humanos… Información que, en muchas ocasiones, no está integrada en todos los departamentos del negocio por lo que no se tiene visión de conjunto o, lo que es peor, no está ni siquiera digitalizada. Ambas debilidades ralentizan la toma de decisiones y/o pueden dar lugar a decisiones erróneas. Y en este nuevo ecosistema digital, los datos son la materia prima de la Industria 4.0.