En lugar de optar por la construcción convencional de un pabellón deportivo de un solo campo, que habría ocupado un valioso espacio en el patio del colegio en el barrio Sachsenhausen de Frankfurt, Trapez Architektur de Hamburgo presentó un diseño innovador que ya ha sido reconocido por la Asociación de Arquitectos Alemanes (BDA Hessen). Lo que hace único a este gimnasio es que se encuentra empotrado en el suelo, con ventanas de suelo a techo en su exterior que funcionan como claraboyas para la sala interior. Además, una suave rampa conduce al tejado, proporcionando un espacio versátil para actividades recreativas, clases al aire libre y deportes.
Esta casa pasiva cumple con los estándares de sostenibilidad de Fráncfort para la construcción de pabellones deportivos, luciendo una fachada dorada de cobre totalmente reciclable que emana calidez y bienestar. Una característica innovadora reside en la integración de salidas de ventilación en la misma fachada de cobre, y sorprendentemente, solo se requirió perforar diez de las 1.396 tejas de cobre para lograrlo.
Durante la fase de construcción, se presentaron desafíos, particularmente en lo que respecta a la creación de patrones de perforación en numerosas tejas, incluyendo algunas parciales. Claudia Sperber, socia de Sperber Klempner GmbH & Co. KG, señaló: "Además de una minuciosa planificación, resultó esencial llevar a cabo una eficiente prefabricación de los componentes metálicos en nuestro taller para garantizar un proceso de construcción sin complicaciones". Para alcanzar este objetivo, confiaron en el uso de la punzonadora y la punzonadora híbrida Euromac STX Flex 12, junto con el software CAD Brics Cad y el software de programación de máquinas Lantek Expert.
La precisa instalación de las tejas metálicas de 70 x 70 centímetros, en especial las que requerían perforaciones para las rejillas de ventilación, fue llevada a cabo con meticulosas mediciones preparadas por el jefe de obra. Estos datos se transferían luego al software Brics Cad, y Stine Klosa, una aprendiz de fontanero, se encargó de programar el centro de mecanizado Euromac utilizando el software de anidado Lantek Expert. Claudia Sperber destacó: "Stine se unió a nuestro equipo en agosto de 2022 y, en tan solo tres semanas, asumió las responsabilidades del planificador anterior. En la actualidad, es la única en nuestra empresa, aparte de nuestro jefe de taller, Kevin Tschischka, que sabe programar la máquina".
Klosa describió con modestia su experiencia de aprendizaje: "No había tenido experiencia previa con ningún otro software de programación, pero en general, encontré que Lantek Expert es un sistema fácil de comprender y repleto de funciones útiles". El software simplificó diversos aspectos del proceso, facilitando la importación eficiente de archivos DWG, la organización de archivos en carpetas y la creación de programas para las máquinas de antemano. También destacó su útil función de simulación, que permitía realizar verificaciones finales para asegurarse de que los punzones estuvieran correctamente ubicados.
En cuanto a la producción, se necesitó solo una persona para colocar los punzones e insertar las láminas. Christoph Lenhard, director de la oficina alemana de Lantek, reflexionó sobre el proceso de implementación: "El compromiso de los empleados fue excepcionalmente alto y esto contribuyó a lograr un inicio rápido y sin complicaciones. Comprendieron rápidamente las ventajas de nuestro software y lo incorporaron de manera efectiva en sus procesos de trabajo". Klosa subrayó la importancia de contar con toda la información necesaria de manera accesible: "Toda la información relevante, como el tipo de material, el ajuste del sangrado en función del grosor de la chapa, e incluso detalles sobre el programa almacenado en la máquina y la necesidad de recubrimiento especial para el metal a mecanizar, como en el caso de las tejas de cobre, se encuentra en la ficha de trabajo que se genera automáticamente a partir de los datos del archivo programado".
La eficiencia se vio aún más mejorada gracias a las funciones de anidado de Lantek Expert. Esto posibilitó que Sperber pudiera producir entre cuatro y cinco tejas a partir de una sola lámina, mientras se optimizaba la utilización del material para elementos como barandillas, revestimientos de pared y piezas destinadas a otros proyectos que empleaban el mismo material. Este enfoque no solo redujo al mínimo los desperdicios, sino que también aseguró un uso responsable y sostenible de los recursos.
Klosa señaló el único desafío menor que enfrentaron, que fue el tiempo prolongado necesario para calcular las múltiples perforaciones de los punzones. No obstante, dado la complejidad del diseño, este inconveniente resultó razonable. El proceso de programación y cálculo de cada teja perforada requería entre una hora y hora y media. Claudia Sperber recordó un proyecto anterior para ponerlo en perspectiva: "Nada comparado con el desafío que enfrentamos una vez en un proyecto de producción especial. Teníamos que perforar 36,000 agujeros, y el programa se cargó en Lantek durante la noche".
En resumen, la metamorfosis del gimnasio de la Escuela Schiller en una obra maestra arquitectónica recubierta de cobre es un claro ejemplo de diseño innovador y artesanía de alta precisión. La exitosa colaboración entre Sperber Klempner y el software de anidado Lantek Expert ha sido un factor crucial para hacer realidad esta visión, al mismo tiempo que ha destacado las capacidades de vanguardia en la industria metalúrgica. Este proyecto establece un nuevo estándar en la construcción de pabellones deportivos sostenibles y visualmente impactantes.